CAPITULO 2: La persistencia de la memoria
Praga, 1929. Me llamo Gustav McPherson y había sido contratado como investigador privado por Ida Skaclikova, una de las atemorizadas prostitutas de Praga, tras los cinco asesinatos perpetrados a sus compañeras de oficio en la ciudad.
En el escenario del último crimen hablé con Snalkic, oficial encargado del caso pero que muestra poco interés en esclarecerlo y detener al asesino. De su conversación averigüé que la persona encargada de las autopsias, Emilie Korona, trabajaba en una vieja capilla.
Avancé a la derecha por el canal, donde me encontré con el policía local Stasek, con el que tuve otra conversación poco productiva. Más hacia la derecha hablé con Ida, mi amor platónico y mi cliente, quien me presentó a Milena, y ésta me ofreció datos interesantes de Frantiska, la última victima, y de otras dos compañeras, Anezca, que había desaparecido y Apolina, que solía trabajar en el parque.
Subiendo las escaleras volví a hablar con la encantadora Ida, quien me ofreció un mapa para localizar la vieja capilla donde trabajaba el forense. De camino a la vieja capilla me encontré en una tienda de lencería con Otokar, el chulo de las prostitutas de la ciudad y Peter, su matón, a quien le encomendó darme una lección por andar ligando con sus chicas.
Ya en la vieja capilla, hablo con el forense, que me dio su visión del motivo de la muerte de la ultima victima y detalles de la cuarta victima asesinada en el parque, aunque el expediente, que todavía no había entregado al inspector Skalnic, se encontraba en la caja fuerte del fondo de la capilla pero no recordaba la combinación, aunque la tenía apuntada en un papel que pude encontrar en la estantería, junto con un reloj cuyos símbolos se parecian a los de la caja fuerte.
La nota marcaba la clave 74821536, pero en la caja fuerte sólo había unos símbolos en la parte inferior que debía colocar de manera ordenada en la parte superior.
Estos símbolos lógicamente se correspondían con números. El reloj de la estantería me dio la pista, por lo que el orden de los símbolos era el siguiente:
=3 =6 =1=8 =5 =7=4 =2
En el informe hallé una foto del parque con la cuarta victima. Al salir de la capilla me encuentré con Peter, el matón de Otokar, quien me pidió a su modo que me alejara de las chicas. Tras reponerme, me dirigí al parque.
En la entrada pude hablar con Apolina, quien estaba más interesada en su negocio que en otra cosa, así que me dirigí al interior del parque donde tuve una extraña visión del momento del asesinado.